miércoles, 21 de julio de 2010

‘âisha bint abî bakr


Úmmu l-mûminîn ‘Âisha bint Abî Bakr (radiallâhu ‘anhâ), hija de Abû Bakr, fue la tercera esposa de Muhammad (s.a.s.), con la que mantuvo una relación especialmente intensa. Dotada de una poderosa personalidad, jugó un papel muy destacado en la historia de los primeros años del Islam. Nació en Meca, alrededor del año 614 d. C.

Según el relato tradicional sobre su matrimonio con Muhammad, la iniciativa la tomó Jawla bint Hakîm, esposa de ‘Uzmân ibn Maz‘ûn, la cual ayudaba al Profeta en sus asuntos domésticos. Algún tiempo después de la muerte de Jadîŷa (la primera mujer de Sidnâ Muhammad), Jawla sugirió a Muhammad que se casara o bien con ‘Âisha, la hija (entonces de seis años) de su principal partidario, o bien con Sawda bint Çam‘a, una viuda de unos treinta años que había emigrado a Abisinia y donde había muerto su marido. Se dice que Muhammad le pidió a Jawla que intercediera por él junto a las familias de ambas, y solo se concretó el matrimonio con ‘Âisha. Puesto que en casi todos los matrimonios del Profeta había un objetivo político, parece ser que, en principio, deseó fortalecer con ese enlace las relaciones con su mejor Compañero, Abû Bakr padre de ‘Âisha.

El matrimonio se celebró unos meses después de la Hégira (en el 623 o 624), cuando ‘Âisha sólo tenía unos diez años (si bien no hubo consumación sexual hasta más tarde, cuando ella fue mayor de edad). Ocupó una habitación independiente en la casa del Profeta, que más tarde se convertiría en la mezquita de Medina. Todavía niña, llevó consigo a su nueva casa sus juguetes, y el Profeta se reunía con frecuencia con ella y compartía sus juegos. Parece ser que fue muy bella, tanto de niña como después ya mujer, y Muhammad (s.a.s.) sintió siempre hacia ella una especial inclinación, incluso cuando después tuvo otras mujeres de una gran belleza.
En el 627 (quinto año después de la Hégira) se produjo un serio incidente a la vuelta de la expedición contra los Banû Mustliq, en la cual ‘Âisha había acompañado a Muhammad (s.a.s.). Durante el último alto antes de llegar a Medina, ‘Âisha, que se había alejado del campamento para satisfacer una necesidad natural, perdió un collar y se retrasó buscándolo; los hombres que cargaban su litera velada sobre el camello no se dieron cuenta de su ausencia, y la caravana entera había partido para cuando ella volvió al campamento. Se sentó a esperar y fue finalmente descubierta por un joven, Safân ibn al-Mu‘attal as-Súlami, que la condujo a Medina. Dada la época y sobre todo si tenemos en cuenta que se había impuesto el hiŷâb (como velamiento total) a las mujeres de Muhammad, el hecho se convirtió en un escándalo. La anécdota fue amplificada, hasta prácticamente ser convertida en una acusación de adulterio, no solo por los enemigos de ‘Âisha y de su familia, sino también por ‘Abd Allah ibn Ubayy, el jefe de los Hipócritas, quien ya había expresado su desagrado ante el poder creciente y el prestigio de Muhammad. Pronto todos se dieron cuenta de que no había ninguna prueba sólida contra ‘Âisha, y Muhammad recibió una Revelación (Corán, 24/2 y siguientes) que proclamaba su inocencia y censuraba a los autores de la calumnia, ‘Abd Allah ibn Ubayy se vio humillado públicamente. Poseemos una gran cantidad de narraciones relativas a ‘Âisha que datan de los últimos años de la vida de Muhammad (s.a.s.). Según esos relatos, Muhammad sintió un sincero afecto hacia ‘Âisha, y ella también se sintió muy atada a él. Por otra parte, parece ser que las mujeres del Profeta se dividieron en dos facciones, una de las cuales estaba dirigida por ‘Âisha y Hafsa, hija de ‘Umar, que sostenían las políticas de sus familias, y la otra estaba dirigida por Umm Salama, del clan makkí de los majzûm. Se discute sobre la importancia práctica y las repercusiones de sus rivalidades. Cuando Muhammad sintió próxima su muerte, pidió a sus mujeres permiso para que le permitieran instalarse en la habitación personal de ‘Âisha. Ella lo cuidó durante su breve enfermedad. Al morir, Muhammad fue enterrado en la habitación de ‘Âisha. Más tarde, Abû Bakr y ‘Umar también fueron enterrados en el mismo lugar, donde seguía viviendo ‘Âisha.

El papel de las mujeres del Profeta fue destacándose en el seno de la comunidad musulmana, y la importancia de su rango tomó carta de naturaleza cuando el Corán (33/6) les dio el título de “Madres de los Creyentes” (Ummahât al-Muminîn), que también implicaba que no podrían volver a casarse una vez que fueran viudas. ‘Âisha se vio viuda y sin hijos a la edad de dieciocho años. Su padre fue califa durante dos años, y después, durante diez años, lo fue ‘Umar, con quien ella mantuvo buenas relaciones. Durante el periodo de los dos primeros califas, no parece que ella jugara un papel relevante en los asuntos públicos, a parte de ser trasmisora de las tradiciones del Profeta. Pero cuando creció la oposición a ‘Uzmân (tercer califa), ‘Âisha acabó por jugar un papel dominante, si bien no estuvo de acuerdo ni con el grupo de rebeldes responsables del asesinato de ‘Uzmân ni con los partidarios de ‘Ali. Se declaró abiertamente contra el asesinato del califa, pero abandonó Medina por Meca con el fin de tomar parte en la peregrinación de ese año. Se han alegado muchos motivos para explicar esa retirada de ‘Âisha en unos momentos tan críticos; el principal fue, al parecer, el intento de organizar un partido de simpatizantes en meca. ‘Uzmân fue asesinado en junio del 656. Cuatro meses más tarde, ‘Âisha, que había ido a Meca, se dirigió a Basra (Basora), acompañada de un millar de quraishíes, proclamando que querían vengar a ‘Uzmân; poco tiempo antes, Talha y Zubair se habían unido a ella. Los tres se presentaron como jefes de un movimiento que se oponía a ‘Ali, elegido como cuarto califa, quien, en el intervalo, había abandonado Medina para instalarse en Kufa, y marchó contra ellos. La batalla (en el 656) es conocida bajo el nombre de “Batalla del Camello”, pues la lucha más encarnizada tuvo lugar alrededor del camello sobre el que iba la litera de ‘Âisha. ‘Ali fue el vencedor, y el ejército adversario fue dispersado. ‘Âisha fue tratada con respeto, pero Talha y Zubair fueron ejecutados. Tras este fracaso, ‘Âisha volvió a Medina, y durante los siguientes veinte años llevó una vida calmada. No volvió a tomar parte en los acontecimientos políticos y se reconcilió con ‘Ali, y no se opuso a Mu‘âwiya. Sin embargo, siempre se tuvo muy en consideración su aprobación o desaprobación ante los sucesos. Murió en Ramadán del año 58 tras la Hégira (678). Siempre tuvo reputación de musulmana estricta, fiel en el cumplimiento de sus obligaciones, y dotada de una extraordinaria sensibilidad espiritual. Al-Bujâri y Muslim recogieron unos trescientos hadices trasmitidos por ‘Âisha, pero su número es de 1210 si se tienen en cuenta otras fuentes. También enseñó fonética coránica, y en ella se basa una versión de la lectura del Corán. Fue reputada por su cultura poética y sus frecuentes citas de poemas, y también por su elocuencia. Conocía bien la historia de los árabes y era culta en otros muchos dominios del saber como la medicina y la astronomía.
Su origen y su niñez.

Nacio en Makka cuatro años despues del comienzo de la mision profetica de Muhammad (SAWS). Cuando el murio en Madinah, ella solo contaba con dieciocho años. A pesar del breve periodo de tiempo que ella compartio con el Mensajero de Dios (SAWS) obtuvo el suficiente conocimiento para ser considerada dentro de los mas grandes eruditos del Islam que han existido jamas. Independientemente de su vasto conocimiento del Qur'an, Sunnah y Fiqh ella es tambien famosa por su entendimiento en los campos de la medicina, historia y poesia. Pero sumado a todo lo anterior A'isha es quiza mejor recordada como la esposa favorita del Profeta.

Ella era hija de Abdullah bin Abi Quhafah comunmente conocido como Abu Bakr y de Umm Ruman bint Amir bin' Uwaymir. Abu Bakr, que literalmente significa padre de un camello joven y macho llevo bastantes nombres a lo largo de su vida. Antes del Islam el era llamado 'Abdul-Ka'bah' . Su madre tuvo muchos hijos pero todos ellos murieron muy jovenes, por lo que ella juro que si tenia otro hijo que le sobreviviera ella lo llamaria 'Abdul-Ka'bah' en honor de la Gran Casa. Cuando 'Abdul- Ka'bah' crecio el fue llamado 'Atiq' el liberto ya que el haba sido liberado de la muerte temprana. Debido a que el nombre 'Abdul-Ka'bah' no va conforme a las enseñanzas y espiritu del Islam, el Profeta Muhammad (SAWS) se lo cambio a 'Abdullah'. Sin embargo nunca dejo de usar el apelativo de al-Atiq pues cuando el se revirtio al Islam el Profeta (SAWS) le dijo: "Tu eres el primero de los liberados del Fuego".* Se dice que Abu Bakr recibio su conocido titulo de "As-Sidiq" despues del Isra' y Mi'raj. Mientras mucha gente rechazaba creer en cada cosa y hecho que decia el Profeta (SAWS) Abu Bakr nunca dudo de la veracidad del Mensajero de Dios (SAWS). Abu Bakr venia de un importante clan de los Qurayshi. Tenia un cultura que abarcaba profundos conocimien tos sobre la historia, lengua y linajes de Arabia, aparte de dicha pasion el tambien tenia el acervo de un honrado y exitoso hombre de negocios. A pesar de su inteligencia y salud, Abu Bakr permanecio muy humilde y sencillo. Por lo cual no es sorprendente que muchos de los Quraysh gustaban de reunirse a su alrededor buscando su consejo, ayuda o lo agradable de su compañia. En los años antes del Islam Abu Bakr se caso con Qatlah bin 'abdul-'Uzza. Ella tuvo dos niños: Abdullah y Asma. No existe certeza respecto si en algun momento ella acepto el Islam. Sin embargo, la segunda esposa de Abu Bakr, Umm Ruhman, fue de las primeras Makkais en aceptar la fe. Ella tambien dio a luz a dos niños: Abdurrahman y Aishah. Despues de abrazar el Islam, Abu Bakr tomo otras dos esposas: Asma bint 'Umays y Habibah bint Kharijah. Asma tuvo un hijo llamado Muhammad, y Habibah una niña llamada Umm Kulthum quien nacio despues de que Abu Bakr murio. De todos sus hermanos A'ishah fue quien mas se asemejaba a su padre en sus virtudes e inteligencia.
Su Hijra a Madinath.

Durante su niñez en Makkah y Madinah, A'ishah era especialmente inquieta y traviesa. Aunque ella sufria de la amargura y mala voluntad de los idolatras mecanos nunca se dejo agobiar por la pena y el dolor. Por el contrario ella siempre dio a mostrar un espiritu de comprension y alegria. Acostumbraba enfrentar las vicisitudes de la vida con inexorable calma, confianza y fortaleza conforme al caracter de su padre. A'isha tenia seis o siete años cuando comenzo a ser legalmente la esposa del Profeta (SAWS) * pero la celebracion de la boda no ocurriria hasta despues del Hijrah. El padre de A'ishah no estuvo entre los primero emigrantes a Madinah. Abu Bakr pudo estar con el primer grupo de creyentes que dejaron Makkah pero cuando el solicito el permiso del Profeta (SAWS) este le dijo "No te apresures, por Allah tendras un compañero" ** esperanz ado que este compañero fuera el Mensajero de Dios (SAWS) aguardo pacientemente. A'ishah narro que durante este periodo Muhammad (SAWS) acostumbraba visitar a su padre diariamente ya sea por la mañana o por la noche, pero un dia llego precipitadamente a la casa de su gran y verdadero amigo. El sol era una llamarada que hacia arder la tierra y la mayoria de los mecanos se resguardaban dentro de sus hogares para escapar del calor abrasador. En ese momento A'ishah y su hermana Asma estaban con su padre. Cuando Abu Bakr escucho que el Profeta (SAWS) habia llegado, hizo la observacion: "seguramente si el Mensajero de Allah (SAWS) vino a nuestra casa a esta hora es por algo sumamente importante". Y efectivamente, tan pronto como el Profeta Muhammad (SAWS) se introdujo a la casa quedo claro que el llegaba por un proposito especial. El le pidio a Abu Bakr le dijera quien se marcharia con el a lo que Abu Bakr le contesto: "solo tu familia" , lo que significaba que ademas de el, la esposa del Profeta A'yshah y su hermana Asma. A'ysha fue la primera en ver cuando Muhammad (SAWS) le informo a su padre que Allah habia otorgado su permiso para emigrar a Madinath y se observo a si misma llorando de felicidad asi como a cada uno de los que estaban en la casa escuchando a Muhammad. (SAWS). Era algo largamente esperado. Por trece años la injusticia y brutalidad de los Quraysh habia contenido el crecimiento y progreso de la comunidad musulmana, pero finalmente Allah (Subhanahu wa Ta'ala) habia aprobado la emigracion para que los creyentes establecieran una base en Madinah. El Profeta (SAWS) habia retrasado la accion aguardando la orden de Allah. Ahora ella habia llegado. Abu Bakr proveyo dos camellos que el ya tenia preparados para la ocasion. Aunque los mecanos paganos se oponian a muerte a los musulmanes a ellos no les gustaba la perspectiva de su emigracion. Ellos temian que entonces los musulmanes fueran capaces de fortalecerse y mas tarde regresaran para tomar el control de Makkah. El Profeta Muhammad (SAWS) sabia que los enemigos del Islam tratarian de evitar que el los dejara por lo que el decidio que era mejor que el y Abu Bakr dejaran secretamente Makkah con sus familias permaneciendo durante un tiempo detras de los emigrantes. El hombre que diestramente los guiara a Madinah Abdullah bint Urayait no era musulman. Despues de una breve estancia en Madinah el anuncio que regresaba a su hogar en Makkah, por lo que el Profeta (SAWS) pregunto a Zayd bin Harithah y Abu Rafi si regresarian con Abdullah a Makkah para traerle su familia y la de Abu Bakr. Asi fue como Ayshah pudo reunirse con con su padre y esposo en Madinah.

Su Boda.

Despues de su llegada a Madinah los musulmanes de Makkah (mujajirum) afrontaron innumerables dificultades, muchos de ellos cayeron enfermos y A'ishah no fue la excepción. Durante casi un mes tuvo que guardar cama a causa de una enfermedad con la que perdia peso y el cabello se le caia. En este periodo su madre la atendio infatigablemente. Naturalmente fue una penosa etapa para Umm Ruman quien sabia que el dia de la boda de A'ishah se estaba acercando. El tiempo de A'yshah para entrar en la casa del Profeta (SAWS) como su esposa habia llegado. Era el mes de Shawwal y ella tenia ahora nueve años de edad. Antes del Islam muchos arabes sentian aversión a casarse durante ese mes porque la palabra 'shawwal' deriva de 'shala' que significa "el ha muerto" y ellos cargaban cierto estigma de casarse durante dicho mes. El Profeta Muhammad (SAWS) queria eliminar dichas superticiones de la Epoca de la Ignorancia de los corazones y mentes de los musulmanes. Tenia el proposito de implantar en ellos la certeza de que es solo Allah quien decreta la fortuna o desgracia de la humanidad. Como resultado A'yshah se encariño para siempre con el mes de Shawwal. Cada año ella evocaba el agradable tesoro de su memoria del momento en que se caso con El Mensajero de Allah (SAWS). Ella recuerda "El Mensajero de Allah realizó el contrato de matrimonio conmigo en Shawwal y el me llevo a su casa como su esposa durante Shawwal y ¿quien de las esposas del Profeta era mas querida que yo?* Resulta por demás interesante que A'ishah nunca tuvo idea de en que dia se realizó su boda. Cuando su madre llegó para prepararla ella estaba jugando con sus amigas. Ella rememora el momento de la siguiente manera: "Umm Ruman vino por mi mientras yo jugaba con mis amigas a columpiarnos cuando escuche que me gritaba llamandome y acudí sin saber que es lo que queria. Umm Ruman me tomó de la mano y me jalo con tanta fuerza que me hizo perder el aliento, entonces me introdujo a la casa de una mujer ansari que se habia dispuesto para la ocasión. Me dieron sus bendiciones y bienaventuransas y mi madre me dijo que yo tenia el mejor partido del mundo. Después, lavaron mi cabello y me embellecieron. El Mensajero de Allah (SAWS) llegó en la mañana e inmediatamente yo fui confiada a él. ** La celebración fue simple. Ningún animal fue sacrificado ni hubo banquete, sólo un gran cazo de leche del que el Profeta (SAWS) fue el primero en beber y que enseguida se lo ofreció a A'ishah que estaba sentada junto a el. Ella por los nervios sólo movio timidamente la cabeza hasta que su hermana Asma ahi presente la urgió: "toma de la mano del Profeta" y así fue como reaccionó bebiendo un poco de leche. El cazo fue pasando a todos y cada uno de los presentes. En el Islam la recien casada espera que su esposo le de un regalo llamado "mahr" que puede consistir en cualquier cosa que el hombre pueda ofrecer (dinero, oro o una simple pieza de tela). En el caso de la boda de Muhammad (SAWS) con A'ishah el le dio una cantidad de oro. Posteriormente cuando se le preguntaba cuanto fue exactamente ella contestaba: " Doce Ûqiyyahs y un nashsh". Enseguida A'ishah preguntaba: ¿sabes que es un nashsh? Abu Salama contestó: "No" entonces ella dijo: "es la mitad de una Ûqiyyah, lo que hace la suma de quinientos dirhams" "Y esa fue la dote del Mensajero de Allah para su boda" ***
En Casa del Profeta

Después de su boda, el profeta Muhammad (SAWS) y Aisha, se instalaron en un cuarto aledaño a la Mezquita. El mismo al cuàl, algunas veces descendìa el ángel Yibril con las revelaciones de Alá (SAWS). De algún modo, este matrimonio fue el comienzo de un nuevo capítulo en la vida del Profeta (SAWS), la cual, tuvo un vuelco inesperado después de la muerte de su primera esposa Jadijah hija de Juwaylid. El Profeta (SAWS), explicò esto a Aisha diciendo: “Te vi en mis sueños por tres noches. El angel te trajo a mi, cubierta en una seda, diciendo: Esta es tu esposa.” Cuando descubrì su cara, descubrì que eras tù, y dije: “Si esto viene de Alà, deberà ser hecho”.* De todas las esposa del profeta. Aisha era la ùnica que no habìa estado casada anteriormente. Fue conocida por su belleza excepcional y persuasiva. Ademàs de, inteligente, Aisha fue bendecida con una estupenda memoria. La mezcla de todas estas cualidades naturales la hicieron la màs atractiva y fascinante persona. Sin embargo, no era secreto que el Profeta (SAWS), tenìa un sentimiento especial hacia ella. Admitiò que en este dìa cuando Amr bin al- Aas, le preguntó, “De todas las personas, quièn es el màs querido para ti?” El respondiò, Aisha. Cuando Amr volviò a cuestionar, de todos los hombres, quièn es el màs amado por ti. El respondiò. Su padre. El matrimonio del mensajero de Alà no tuvo un cambio inmediato. “Aisha tuvo infancia. Ella continuò en diversión propia y con sus amigos. Profeta (SAWS), entendiò su avance gradual para convertirse en su esposa y compañera. Sin embargo, èl algunas veces no fue objeto de los juegos entre sus compañeros. Habìan veces en lo que incluso el entraba en sus juego. Un dìa después de su retorno a casa, Profeta (SAWS), vio a Aisha jugando con sus muñecas. Cuando el pregunto acerca de ellas, ella respondiò que eran los caballos con alas del profeta Salomón. El Profeta (SAWS) riò a la respuesta inocente de Aisha.

CON LAS ESPOSAS DEL PROFETA

Cuando el tiempo había pasado, ella y el profeta (SAWS), vieron juntos crecer su amor en entrega y profundidad. Cualquiera que fuera la situación, Aisha nunca estuvo en desacuerdo o cambió sus sentimientos hacia el mensajero de Alá (SAWS). Sin embargo, ella le preguntaba frecuentemente acerca de los sentimientos de él hacia ella. Una vez, ella le preguntó, ¿Cómo es tu amor por mí? Y ella le respondió, "como las fibras de un lazo" definiéndolo así como fuerte e indestructible" . Sin embargo ella aún tenía sentimientos de celos. Es verdad que el Profeta (SAWS) recordaba constantemente con respeto a sus otras esposas y a Jadiya en particular. Aisha admitiò por si misma, “no sentirse celosa de ninguna de las esposas del Profeta (SAWS), como lo hizo con Jadiya ya que hasta que muriò nunca se nteresó por otra mujer. El profeta (SAWS), solía mencionarla frecuentemente y cuando alguna vez sacrificaba un borrego al cortarlo, enviaba partes a los amigos de Kadiya. Siempre le dije: “Actúas respecto de Jadiya como si no hubiese habido otra mujer en la tierra excepto ella, estuvo cierto tiempo y tuve hijos con ella.[1] En otra ocasión la hermana de Jadiya, Halah hija de Khuwaylid, vino a Medina e hizo una visita al Profeta (SAWS). El dio muestras evidentes de que la visita le agrado mucho y la recibiò calurosamente. Aisha se sintiò celosa y dijo: ¿Que te hace recordar quien murió hace tiempo y cuando Alá te ha dado algo mejor?. El profeta (SAWS), respondió “Alá no me ha dado una mejor que ella, ella creyò en mí cuando la gente me rechazò, ella confiò en mi cuando la gente me negò, ella me mantuvo con sus riquezas mientras la gente me privó, ella me dio hijos mientras otras no.[2] Rememorando sus celos, Aisha también recordó, “Nunca conocí mejor cocinera que Zafia”. Una vez que ella rompió un contenedor de comida. Le pregunté cual serìa mi deuda si hubiera hecho eso. El dijo, un contenedor puede contener y comida por comida.[3] A pesar de estos destellos de celos, Aisha nunca permitiò que la autodestruyeran o que la sacaran de control. Por ser una de las esposa del profeta, ella sabìa todo lo bueno que debìa hacer para ser una buena mujer musulmana. Otro episodio demuestra la extensión de los celos de Aisha cuando sentía que su posición peligraba. Siguiendo a la victoria de Banu Mustaliq en el año 4 de la hijarah, un numero de personas fueron apresadas por los musulmanes. Entre ellos habìa una mujer muy atractiva, Juwayiriyyah hija de al-Harith. Un día, ella fue a la casa del Profeta (SAWS) para pedir su ayuda en el reestablecimiento de su libertad. Juwayiriyyah era hija del líder de Banu Mustali, y su tribu relataba el poder de la tribu de Khuza ah, con quienes los musulmanes tuvieron que olvidar su alianza. La tribu real concertò un trato en diversos aspectos concernientes a la sociedad de ese tiempo, y muchos àrabes creyeron que casarse era una de las mejores maneras de obtener un estatus y mantener la alianza de seguridad entre las tribus. Entendiendo esto, Aisha supo que Juwayiriyyah pudo haber sido una fuerte candidata para casarse con el profeta (SAWS), asì que ella la conociò en la puerta y tratò de enviarla afuera sin que lo pudiera ver. Sus miedos fueron confirmados por el profeta (SAWS), cuando en el curso del tiempo, se casò con Juwayiriyyah. Posteriormente, Aisha admitió que esto es por lo que ella habìa tratado de enviarla lejos. Ello depuestra que el profeta (SAWS) se casò con Juwayiriyyah, con la finalidad de mantener la fuerte posición de los musulmanes en la tribu de los Khaza ah.

UN GRAN HONOR

Aisha vivió con el Profeta (SAWS), como esposa y compañera cerca de diez años. Durante este periodo él la nutrió de conocimiento del Quoran y la Sunnah. Mientras se retomaba como una fuente constante de placer y confort por su esposo, ella podía adquirir abundante información sinigual, como ninguna mujer en la historia del Islam. Esto le permitió tener un rol especial como maestra y jurista. Las contribuciones de Aisha en estas áreas tienen un manantial de permanencia en inspiración y dirección. El profeta (SAWS), hizo hajj en el años final de su vida, durante el cual hizo famoso en su discurso de despedida. Mientras recibió el Arafath en las revelaciones finales de Alà (SAWS). "Hoy he perfeccionado para ti tu religión y he completado mi favor sobre y el complacido al Islam para ti como una religión."[1] Tres meses después de que regresó del Hajj, el Profeta (SAWS),se sintió enfermo. Cayó en cama con dolor y fiebre, preguntó a sus esposas: ¿Dónde estaré mañana?, ¿Dónde estaré mañana? Entendiendo su esperanza, pudo voltear pronto Aisha, decidiendo permitirle elegir donde quisiera siendo movido a la casa de Aisha, donde pasó el final de sus días. Ella solía decir: Absolutamente, fue elección entre los favores de Alà a mí para el mensajero de Alà (SAWS), pasó a mejor vida en mi casa, en mi día (El día en el cual el normalmente podría haber estado con ella), entre mi pecho y mi cuello. [2]El entierro fue en su casa como bueno, recordando lo que el profeta le había dicho, Abu Bakr refirio las palabras que el Profeta dijo (SAWS) "Allah, el Exhaltado no toma el alma de los profetas excepto en el lugar en el que a El le gustaria que fuesen enterrados" No puede ser negado que Alà (SAWS) ha absolutamente dado a Aisha el honor supremo de permitirle que el mensajero muriera en sus brazos. Además, el privilegio de reportar un gran número de tradiciones del profeta (SAWS), así que, por todo, ella fue bendecida con la oportunidad de recordar los momentos finales de su noble vida. Mientras Aisha fue atendida por el profeta (SAWS), su hermano, Abdu Rahman, entro a su cuarto abrazando un siwak, el profeta (SAWS) balanceó su cabeza. Sin embargo, fue muy duro, así que Aisha lo acarició para confortarlo. Durante este tiempo el profeta (SAWS), estuvo sumergiendo sus manos en un pequeño contenedor de agua aledaño a él y limpió su cara con sus manos, se mantuvo repitiendo: “No hay más Dios excepto Alà, ciertamente, ha terminado con todo el dolor”.[4] Aisha recordó que en sus días saludables el mensajero de Alà (SAWS), solía decir: Un profeta nunca muere, excepto cuando se le muestra su morada en el paraíso y se le da a elegir”. Ahora como el estaba cerca de dejar su mundo, ella lo escucha decir: “Oh Alà, con los más altos acompañantes (los profetas, sus acompañantes, los mártires y los correctos). Cuando, Aisha escuchó estas palabras, ella se dijo asimismo, “El no nos ha elegido”. Absolutamente, el mensajero de Alà ha elegido y exaltado la compañía del paraíso.

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