martes, 27 de julio de 2010

Sawda bint Zam'a


Sawda bint Zam'a, que Allah este complacido con ella, había sido la primera mujer en emigrar a Abisinia en el camino de Allah. Su marido había muerto y estaba viviendo con su ya anciano padre. Era de edad media, algo gruesa, con un feliz, y gentil carácter, era exactamente la persona adecuada para cuidar de la casa del Profeta y de su familia. Por lo tanto Muhammad, que Allah le bendiga y conceda paz, le dio permiso a Jawla para hablar con Abu Bakr y con Sawda sobre el tema.

Jawla fue directamente a Sawda y le dijo, "¿Te gustaría que Allah te diera una gran bendición, Sawda?"

Sawda pregunto, "¿Y que sería eso, Jawla?"'

Ella dijo, "¡El Mensajero de Allah me ha mandado venir a ti con una propuesta de matrimonio!"

Sawda intento contenerse a pesar de su completo asombro y luego contestó con voz temblorosa, "¡Como me gustaría eso! Ve con mi padre y díselo."

Jawla se dirigió a Zam'a, un anciano de humor difícil, lo saludo y luego dijo, "Muhammad hijo de 'Abdulah hijo de Abdu'l-Muttalib me ha mandado a pedir a Sawda en matrimonio."

El anciano exclamó, "Sería una noble unión. ¿Qué dice ella?"

Jawla replicó, "a ella le agradaría"

Entonces, le dijo a Jawla que llamara a Sawda y cuando ella llego, él dijo, "Sawda esta mujer dice que Muhammad hijo de 'Abdulah hijo de 'Abdu'l-Muttalib te ha mandado a pedir en matrimonio. Es una noble unión. ¿Quieres que te case con él?"

Ella aceptó, sintiendo que era un gran honor. Sawda fue a vivir a la casa de Muhammad y de inmediato se hizo cargo de sus hijas y del hogar, mientras que Aisha bint Abu Bakr se convirtió en su prometida y se quedo en casa de su padre jugando con sus muñecas.

Hubo gran asombro en Meca con la decisión del Profeta, que Allah le bendiga y conceda paz, de escoger para casarse a una viuda que, no era ni joven, ni bonita. El Profeta, sin embargo, se acordaba de las pruebas que ella había sufrido cuando emigró a Abisinia, dejando atrás su casa y pertenencias, y había cruzado el desierto y luego el mar a una tierra que no conocía, solo por el deseo de preservar su din.

En los dos años siguientes, los Quraish incrementaron sus esfuerzos y su odio para destruir al Profeta y a sus seguidores, y esto a pesar de las claras señales que confirmaban, sin dejar ninguna duda, que Muhammad, que Allah le bendiga y conceda paz, era de hecho el Mensajero de Allah.

Tal vez la mas grande de esas señales acontecidas durante este periodo fue el Mi'raj del Profeta, su viaje nocturno sobre un caballo alado llamado el Buraq, a través de los cielos hasta la Mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén donde dirigió a todos los Profetas que habían vivido allí antes de él en oración, seguido por su ascensión sobre el Buraq, acompañado por Yibril, a través de los siete cielos, y luego mas allá del mundo de las formas, hasta la presencia de Allah, donde le fueron ordenadas las cinco oraciones que todos sus verdaderos seguidores han hecho desde entonces.

Cuando describió su milagroso viaje a la gente de Meca, solo se burlaron de él, y esto a pesar de que les describió detalladamente la Mezquita de Al-Aqsa (y sabían que él nunca había ido allí antes), y aun a pesar de que describió el lugar donde se detuvo para beber algo en el camino a Jerusalén, e incluso a pesar de que les dijo como en el camino le había dicho a un hombre donde estaba su camello perdido, y aun a pesar de que les dijo que había visto una caravana, de la que ninguno de ellos tenía noticia, aproximándose a Meca y que debería de llegar lo mas tardar ese día.

A pesar de que los Quraish sabían que la descripción del Profeta de la Mezquita de Al-Aqsa era completamente exacta, y aun cuando fueron testigos de la llegada de la caravana, y conocieron al hombre al que había ayudado, y vieron el lugar donde había parado para beber, aun así se negaron a creerlo.

Solamente Sayyidina Abu Bakr, su compañero mas cercano y el que en el futuro seria su suegro, aceptó el relato del Profeta de su viaje milagroso de inmediato: "Si él dijo esto," dijo Abu Bakr, cuando algunos de los de Meca que lo despreciaron le dieron la noticia, "¡entonces, es verdad!"

Como la enemistad de los Quraish se incrementó, (y mientras 'Aisha era todavía una niña), Allah preparó el camino para el futuro crecimiento de la comunidad Musulmana en un lugar llamado Yathrib.

Un año, durante el tiempo del peregrinaje en Meca, doce hombres de Yathrib, una pequeña ciudad a más de trescientos kilómetros al norte de Meca, juraron lealtad secretamente al Profeta, prometiendo no adorar a otros dioses mas que Allah, que no robarían, que no iban a decir mentiras, ni cometer adulterio, ni matar a sus hijos, ni desobedecer al Profeta, que Allah le bendiga y conceda paz. Regresaron a Yathrib, acompañados por un musulmán llamado Mus'ab ibn 'Umair, quien les enseñó todo lo que había aprendido del Profeta.

Como resultado de todo esto, la cantidad de musulmanes en Medina (Yathrib) empezó a aumentar, y cuando volvió a llegar el tiempo del peregrinaje otra vez, llegaron setenta y cinco personas de Yathrib - tres de las cuales eran mujeres: Umm Sulaim, Nusaiba bint Kab y Asma' bint 'Amr - y juraron lealtad en Meca al Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, incluyendo esta vez el juramento de defenderlo y protegerlo, incluso hasta la muerte si fuera necesario.

Después de esto, el Profeta, que Allah le bendiga y conceda paz, dio a sus seguidores permiso para emigrar a Yathrib, y poco a poco, en grupos de dos o tres empezaron a abandonar Meca. Los líderes de los Quraish se dieron cuenta de lo que estaba pasando, y decidieron matar al Profeta antes de que tuviera oportunidad de unirse con sus seguidores en Medina.

Sin embargo, Allah protegió al Profeta, y en la noche anterior a la mañana en la que habían planeado asesinarlo, el Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, y Abu Bakr, que Allah esté complacido con él, salieron discretamente de Meca y se escondieron en una cueva llamada Thawr, que está al sur de Meca.

Todo el mundo conoce la historia de lo que pasó cuando los que les perseguían llegaron a la cueva: encontraron una paloma salvaje en su nido en un árbol en la boca de la cueva, en cuya entrada una araña había tejido su tela. Ellos pensaron que si alguien hubiera entrado en la cueva habría tenido que apartar la paloma y romper la tela de la araña, por lo que no consideraron necesario mirar dentro. Sus perseguidores estaban tan cerca de ellos que si uno hubiera bajado la mirada hasta sus pies, los habría descubierto. Pero por el decreto de Allah ¡el Profeta Muhammad y Sayyidina Abu Bakr estaban a salvo!

Una vez que los Quraish hubieron abandonado su búsqueda, el Profeta Muhammad, que Allah le bendiga y conceda paz, y Abu Bakr, que Allah esté complacido con él, rodearon Meca y se enfilaron hacia el norte. Solamente un hombre, un guerrero llamado Suraqa ibn Jusham, sospechó donde podía encontrarlos y salió rápidamente trás ellos, con la esperanza de ganarse la recompensa que los Quraish habían ofrecido a quien los capturara. Tan pronto como estuvo a la distancia desde la que podría gritar a los viajeros, su caballo de repente empezó a hundirse en la arena, y, dándose cuenta que si no regresaba, el desierto simplemente se los tragaría a él y a su caballo, abandonó su persecución, les pidió que lo perdonaran, y regresó a casa.

Después de un largo y difícil viaje el Profeta Muhammad, que Allah le bendiga y conceda paz, y Abu Bakr, que Allah esté complacido con él, llegaron a Yathrib en medio de gran regocijo. Su tiempo en Meca acababa de terminar, y su tiempo en Medina comenzaba - Medina fue el nombre que se le dio a Yathrib, Medina al-Munawara, que significa 'la ciudad iluminada', la ciudad que fue iluminada por la luz del Profeta Muhammad y su familia y sus Compañeros, que las bendiciones y paz de Allah estén con él y con todos ellos.

El viaje del Profeta Muhammad y Sayyidina Abu Bakr comúnmente es conocido como la hijra, y es desde este momento que la fecha de los musulmanes comienza, porque fue después de la hijra que la primera comunidad de musulmanes creció rápidamente, floreció, y dio fruto.

Cuando ella fue de más edad, al Profeta le preocupó que Sawda estuviera perturbada por tener que competir varias esposas mas jóvenes, y ofreció divorciarla. Ella dijo que le daría su noche a Aisha, a quien ella quería mucho, porque ella solo quería ser su esposa en el Día del Levantamiento. Ella y Aisha permanecieron siempre muy cercanas. Vivió hasta el final del periodo de 'Umar ibn al-Jattab

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