lunes, 23 de agosto de 2010

Prácticas espirituales durante el mes del Ramadán



Mujasaba (Autocrítica o cuestionario a sí mismo)

La autocrítica se puede describir como la búsqueda y el descubrimiento de la profundidad interior y espiritual de una persona, y emplear los esfuerzos tanto espirituales como intelectuales necesarios para adquirir los verdaderos valores humanos y desarrollar los sentimientos que los animan y alimentan. Esto es distinguir lo bueno y malo, lo beneficioso y lo perjudicial, y saber cómo mantener el corazón ecuánime. Además, esto le permite a un creyente evaluar el presente y prepararse para el futuro. Ahora bien, la autocrítica le ayuda al creyente a corregir los errores que cometió en el pasado y ser exonerado ante Dios, ya que esto proporciona una realización constante de la auto-renovación en el mundo interno de la persona. Tal condición le permite conseguir una relación estable con Dios, ya que esta relación depende de la capacidad de un creyente de vivir una vida espiritual y permanecer consciente de lo que ocurre en su mundo interior. El éxito desemboca en la preservación de la naturaleza celeste de la persona como un ser verdadero humano, así como la regeneración continúa de los sentidos y sentimientos interiores de una persona.

Tafakkur (Reflexión)

La reflexión o meditación es un paso vital para darse cuenta de lo que está pasando alrededor nuestro y sacar conclusiones de ello. Es una llave de oro para abrir la puerta de la experiencia, un semillero donde los árboles de la verdad están plantados y la apertura de la pupila del ojo del corazón. Debido a ello, el mayor representante de la humanidad, el más destacado en la reflexión y en todas otras virtudes, dice: «Ningún acto de veneración es tan meritorio como la reflexión. Así que reflexionad sobre las generosidades de Dios y las obras de Su Poder, pero no tratad de reflexionar sobre Su Esencia, ya que nunca seréis capaces de hacerlo».[8] A través de estas palabras, además de la indicación de los méritos de la reflexión, la gloria de los seres humanos determina los límites de la reflexión y nos recuerda nuestros límites.

Shukr (La gratitud)

La verdadera gratitud del corazón se manifiesta a través de la convicción y reconocimiento de que todas las generosidades son de Dios, y después organizarse la vida de acuerdo con ello. Una persona puede agradecerle a Dios con palabras y a través de la vida diaria solamente estando convencido de que su existencia, vida, cuerpo, aspecto físico y todas las capacidades y éxitos provienen de Dios, como todas las generosidades obtenidas y consumidas. Esto se halla indicado en el Corán de la siguiente manera: ¿Es que no veis que Dios os ha subordinado todo lo que hay en los Cielos y en la Tierra y os ha colmado de Su favor tanto externa como internamente? (31:20) y: Os ha dado de todo lo que habéis pedido; si tratáis de contar las bendiciones de Dios, nunca podréis contarlos. (14:34) Por supuesto, hay que tratar de mejorar y aumentar todas las virtudes durante el Ramadán, ya que es el mejor tiempo del año para realizarlo. [8] Tabarani, Mu‘jam al-Awsat, 6/250; Baykjaki, Shuab al-Iman, 1/136

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